31/10/09

EVANGELIO DEL DOMINGO XXXI: TODOS LOS SANTOS. TEXTO DEL EVANGELIO (Mt 5,1-12a): En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos». PALABRA DEL SEÑOR------------------------------------------------------------------------
Los santos son nuestros hermanos bienaventurados, que están ya en la gloria de Dios. Su vida es una obra maestra de la gracia divina. Ellos son los hombres de Dios por excelencia, los amigos de Dios, sus hijos predilectos. Desde el tesoro de la Iglesia que es la Comunión de los Santos ¡Cuántas gracias y dones nos otorgan mediante su intercesión! Y también, cuánto! nos han enseñado con su ejemplo de vida, con el legado de sus palabras, sus libros, de sus obras por la Iglesia. Pienso que cada uno de ellos es una lección magistral, de cómo seguir y vivir profundamente a Cristo a partir de la situación particular de cada quien. Esta fiesta debe ser para nosotros un día de paz y alegría; y una invitación a seguir su ejemplo, buscando cada quien desde el lugar que esté, su propio camino a la perfección de la santidad, a la cual todos estamos llamados!


1 comentario:

Hermano Lobo dijo...

LA SANTIDAD ES UN ESTADO DEL ALMA, QUE REFLEJA PUREZA Y HACE DE SU VIDA UNA MISION. BIENAVENTURADOS LOS SANTOS ANONIMOS QUE AUN LUCHAN EN ESTE MUNDO PARA LIBERARLO DEL MAL, DE AQUELLOS QUE YA NO SE FLAGELAN NI TIENEN TRANCES MISTICOS, SINO BATALLAN DIA A DIA POR CAUSAS NOBLES CON SUS MANOS Y SU ESPIRITU.