6/10/09

EVANGELIO DEL DÍA MARTES XXVII --------------------------------------TEXTO DEL EVANGELIO (Lc 10, 38-42)
«Cuando iban de camino entró en cierta aldea, y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Tenía ésta una hermana llamada María que, sentada también a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero Marta andaba afanada con los múltiples quehaceres de la casa y poniéndose delante dijo: «Señor, ¿nada te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo de la casa? Dile, pues, que me ayude». Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas. En verdad una sola cosa es necesaria. Así, pues, María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada». ----------------------------------PALABRA DEL SEÑOR ----------------
Señor me dices a través de tu Evangelio de hoy, que no descuide el aspecto contemplativo que debo tener para cualquier labor que haga, que aprenda a ofrendar todo lo que hago a tu Nombre y que sepa escucharte y complacerte con mis acciones cotidianas. Que convierta como tu Madre María: mi trabajo en oración y que sepa que en medio de todo, una sola cosa es necesaria: nuestra cercanía a Ti amado Jesús.

1 comentario:

Hermano Lobo dijo...

DISNTINGUIR Y SEPARAR LO URGENTE DE LO IMPORTANTE ES LO QUE NOS PIDE JESUS EN NUESTRAS VIDAS, NO LLEVAR LA PRISA QUE AHOGA SINO LA PAZ QUE CALMA