24/10/09

EVANGELIO DEL DÍA DOMINGO XXX ------------------------------------TEXTO DEL EVANGELIO (Marcos 10, 46-52)
En aquel tiempo, mientras Jesús salía de Jericó acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Bartimeo, un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: ¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí! Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Llaman al ciego, diciéndole: ¡Animo, levántate! Te llama. Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? El ciego le dijo: Rabbuní, ¡que vea! Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino. ----------------------------------------PALABRA DEL SEÑOR ----------------------------------------------------------
Nos encontramos ante una lección perfecta de cómo orar. Primero hay que pedir con insistencia, con fuerza, que Cristo venga a socorrernos. Y hacerlo con la actitud del mendigo ciego: con humildad. Y Jesús nos concederá una doble visión: la física y la más importante, la fe que es la visión interior de Dios. La historia de Bartimeo es nuestra propia historia, pues también nosotros estamos ciegos para muchas cosas, y Jesús está pasando junto a nuestra vida. Quizá ha llegado ya el momento de dejar nuestro rincón y acompañar a Jesús. Imitemos, pues, a este ciego curado, imitémosle en su fe grande, en su oración perseverante, en su fortaleza para no rendirse ante el ambiente adverso en el que se inician sus primeros pasos hacia Cristo. Ojalá que, dándonos cuenta de nuestra ceguera, sentados junto al camino de las Escrituras y oyendo que Jesús pasa, le hagamos detenerse junto a nosotros con la fuerza de nuestra oración, que debe ser como la de Bartimeo: personal, directa, y perseverante. Exclamemos pues el : "Domine, ut videam!" -¡Señor, que vea!... y se hará el día para nuestros ojos, y podremos gozar con la luz que Él nos concederá. ---------P. FERNADEZ--------------------------------



1 comentario:

Hermano Lobo dijo...

LA INSISTENCIA NOS AYUDA A CONSEGUIR NUESTROS PROPOSITOS, PERO LA FE NOS DA LA INSPIRACION, LIBEREMONOS DE NUESTRA PROPIA CEGUERA PARA VER EL CAMINO QUE DIOS NOS TIENE TRAZADO