21/9/09

EVANGELIO DEL DÍA LUNES XXV ------------------------TEXTO DEL EVANGELIO(Mateo 9, 9-13) En aquel tiempo, vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: Sígueme. Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: ¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores? Mas Él, al oírlo, dijo: No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores. ---------------PALABRA DEL SEÑOR -----------------------------------------------
Querido San Mateo, dinos: ¿Qué designio fue el que convirtió tu vano oficio de recaudador de impuestos en la de testigo y relator de vida del Dios hecho carne? ¿Qué palabra fue la que cambió tu polémica vida terrestre en vida consagrada a Dios y a su historia? ¿Qué divina voz en tu interior te convirtió en escribiente de la eternidad? ¿Qué llamado el que te llamó a dejar el oro y las posesiones por el reino invisible? ¿Qué palabra oíste?, ¡sino la eterna Palabra de Dios que te tocó y toca la vida de cada uno de nosotros con un “Ven y sígueme”!

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